Caso Urdangarín. Comunicación de crisis.
Todos estamos
familiarizados con el caso Urdangarín y todo lo que le rodea en cuanto a
sentencias judiciales, procesos y demás datos y adornos que rodean este hecho
noticioso, pero queremos centrarnos, como en cada una de nuestras entradas, en
la comunicación de las organizaciones.
En primer
lugar es importante conocer el Hogar Don Orione, una entidad sin ánimo de lucro
que da cobijo y apoyo a personas con diferentes capacidades intelectuales,
fundada en 1967 por una congregación de religiosos. Para llevar a cabo su
labor, tienen la ayuda de voluntarios y de personas obligadas por ley a
realizar trabajos a la comunidad, pues tienen la condición de aceptar e
integrar a todo el mundo.
Aquí es donde
comienza nuestro tema en profundidad. Antes de verano, la fundación mantiene
conversaciones sobre el hecho de que Iñaki Urdangarín pueda realizar trabajo de
voluntariado en la organización, permitiendo a esta desarrollar y crear las
diferentes estrategias de comunicación. Para ello comienza con una comunicación
interna muy exhaustiva entre la dirección y los responsables de prisión,
teniendo en cuenta lo peliagudo y la trascendencia del caso en sí.
Posteriormente,
la directiva instruye y prepara a Francisco Sánchez (director del centro) como
portavoz de la misma, pues no quieren nublar el mensaje con matices religiosos
y entienden que el mensaje puede ser desarrollado y transmitido de mejor forma
por una persona laica, llegando y siendo entendido por un mayor número de
público. Hasta aquí todo entra dentro de coordinación del acontecimiento, pero
llega el momento de la crisis (por favor, no se entienda el término solo con
sus connotaciones negativas). El mismo día de la sentencia, son los medios los
primeros en enterarse y en acudir al centro en busca de respuestas.
Para ello, la
organización lleva una impecable técnica de comunicación. En primer lugar se
centra en sus empleados y en la comunicación interna, pues es la base de todo
para poder ofrecer una visión de unión al público exterior. Posteriormente y
entendiendo la importancia de los medios y la importancia del hecho, se cita a
todos estos y se realiza una rueda de prensa con un mensaje elaborado y claro,
que permita responder a todas las posibles dudas de los periodistas, portavoces
de la sociedad. Este mensaje se lleva a cabo bajo un lema imprescindible para esta y cualquier organización, transparencia y normalización del acontecimiento.
Como idea,
podemos destacar que una buena comunicación debe estar perfectamente planeada y
elaborada, para que en momentos de crisis (o imprevistos) se pueda mantener una
línea conceptual y de actuación, que pese a parecer improvisada, tenga un gran
trabajo de elaboración y desarrollo detrás.
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